La morosidad llega al móvil
La crisis no es solo inmobiliaria. Las dificultades financieras de los españoles no se concentran exclusivamente en el pago de sus hipotecas. Cada vez más, durante los últimos meses, la factura del teléfono móvil ha pasado a formar parte de la lista de productos con un mayor aumento en morosidad. De esta manera, con un parque de líneas móviles superior a los 49 millones, es fácil imaginar que la actual coyuntura terminaría afectando también a este sector, de consumo tan extendido.
Una de las compañías que ya se ha puesto manos a la obra para atajar el repunte de esta nueva contingencia es Orange. La operadora francesa ha incluido una nueva claúsula en los contratos para los clientes postpago que le permitirá anticipar el cobro de una factura en caso de que el usuario supere ciertos límites preestablecidos -60, 70 y 80 euros. Con esta medida, extendida entre el resto de competidoras, aunque no contractualmente, si el consumo supera el límite y no se ejecuta el pago, el operador bloqueará el terminal, permitiendo sólo recibir llamadas y mensajes.
Las operadoras prefieren prevenir antes que curar. Con acciones como esta, tratan de adelantarse a la figura del moroso, cuya recuperación suelen ceder a terceros ante las dificultades de tiempo y de recursos que puede generar. De hecho, en los últimos meses, las tres operadoras de referencia –Telefonica, Vodafone y Orange- han vendido sus carteras de impagados, que en conjunto superaba los 400 millones, a cambio de un precio casi simbólico, no superior al 10% del valor del activo.
Nadie es transparente a la hora de detallar sus números de morosidad. Ni siquiera las empresas dedicadas a su recobro. La responsable para España de una de estas entidades, que trabaja con todas la operadoras, reconoce a El Confidencial que desde finales del año pasado el trabajo de recobro a morosos entre los clientes de telefonía móvil puede haber aumentado en torno a un 20%: “El perfil de cliente es muy variado. Hay deudas de 6 euros en adelante”.
Desde una de las tres grandes se atreven a reconocer que “la morosidad siempre ha sido un punto importante de atención en nuestro negocio y, naturalmente, aunque no estemos alarmados, el entorno actual nos obliga a prestar una especial atención”. Por este motivo, las operadoras empiezan a resultar más selectivos en la captación de clientes, centrando sus esfuerzos comerciales en el segmento denominado de “creación de valor”.
Probablemente, el aumento de la morosidad, indicador que no recogen las estadísticas de la CMT, puede provocar un aumento de la portabilidad entre compañías, protagonizado por clientes con facturas pendientes, o al menos una oportunidad de captación para los OMV, aunque estos niegan que su opción termine convirtiéndose en la alternativa de los clientes más agobiados por la crisis. “En todo caso, es una oportunidad para crecer”, subrayan desde una compañía con tarifas a la baja. El tiempo dirá.
Vía | Cotizalia
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